Trabajo de suelos
23 febrero 2021Método Ancestral
8 junio 2021La vocación de todo el equipo que formamos Palacios Vinos de Finca, no solo es aprovechar la herencia del pasado sino también asegurar un futuro para el patrimonio vitícola que se recupera. Desde el comienzo, la maturana blanca, una variedad que estaba prácticamente extinta en el territorio, es uno de los pilares de Nivarius, nuestra bodega de vinos blancos riojanos.
La Maturana Blanca es una variedad que comienza a recuperarse a partir de viñas viejas. Al principio se la conoce como Ribadabia, cepas que se encontraron en el pueblo de Sotés, a los pies del Moncalvillo. Existe constancia escrita sobre la misma en las glosas millanenses de San Millán de la Cogolla, por lo que se la considera una de las variedades más antiguas de Rioja.
En los estudios que se han hecho sobre la Maturana Blanca no se encuentra similitud con otras variedades, aunque podríamos decir que la familiar más cercana, según el ADN, es la savagnin del Jura. Si hacemos un estudio en cuanto a la clasificación de vides, es parecida a la albariño gallega o a la riesling. Con una hoja que apenas presenta lóbulos, bastante redondeada y de racimos pequeños y prietos.
En los trabajos que estamos realizando desde Palacios Vinos de Finca de búsqueda de las parcelas y suelos más idóneos para cada variedad, la Maturana Blanca la trabajamos en altitud, siempre rondando los 700-800 metros, con suelos arcillosos y arenosos. Es sobre este último dónde el comportamiento de la Maturana Blanca es mejor. Le concede a los vinos blancos redondez en boca y más equilibrio, al contrario que la arcilla, que siempre le da un poco más de alcohol.
En el campo, al estar en altitud y en zonas muy ventiladas y frescas, el cultivo se hace en ecológico, estando, en nuestro caso, en proceso de certificación. La amplitud de día y noche nos permite madureces lentas. Además, si tenemos en cuenta es una variedad de ciclo largo, las vendimias, tanto la alcohólica como la fenólica, van muy de la mano.
En bodega se trabaja principalmente en depósitos inoxidables en crianzas largas, como la albariño y la reisling, aunque también jugamos con fudres, hormigón, maderas de distintos tamaños y tinajas. La experiencia de Palacios Vinos de Finca nos enseña que con la madera es una variedad que se comporta muy bien, consiguiendo mucho extracto, buena acidez y frescura. De igual manera le otorga alta intensidad aromática, adaptándose muy bien a los distintos volúmenes. Por su parte, la crianza con lías, nos está dando resultados realmente sorprendentes.
Se trata, por tanto, de una de las variedades autóctonas más interesantes de Rioja que muestra su mejor expresión en nuestro Nivarius Edición Limitada.