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21 enero 2021
La Maturana Blanca
30 marzo 2021
¿Por qué es tan importante la composición de los suelos con los que trabajamos en nuestro proyecto?
Las estructuras de los suelos están formadas por 3 componentes que son arcillas, arenas y limos. Cada variedad se adapta mejor a un tipo de suelo, expresando mucho más el terruño en el que se sustenta. Desde el inicio de nuestro proyecto, hemos realizado un trabajo de observación y análisis minucioso en nuestras tres bodegas, para conocer en profundidad el suelo y poder saber con exactitud qué vinos se obtendrán y qué plantas son las que mejor se adaptarán a ellos.
La investigación parte del escaneo del suelo y la creación de mapas de conductividad, un parámetro que habla de la textura de los suelos hasta una profundidad cercana a los dos metros y de la retención de humedad de esos territorios. Los datos que se recogen, se extrapolan y traducen en composiciones de suelo desde la superficie hasta la raíz de las plantas. La electro-conductividad, unido a las calicatas e interpretación del desarrollo de las raíces, nos da una idea del potencial vitícola de cada suelo y cual serán las características que ese suelo va a ser capaz de transmitir al fruto. Esto es clave en nuestro trabajo, puesto que el suelo tiene gran parte de la información para buscar la personalidad propia en nuestros terruños que posteriormente se transmitirá a nuestros vinos.
Todo este estudio nos ha llevado a buscar para nuestras garnachas suelos de arcilla, limo y arenas a partes iguales con el mayor porcentaje de cal posible, mientras que en el tempranillo buscamos principalmente suelos areno-limosos con mucha cal.
En el caso de las variedades blancas, la maturana blanca se comporta mejor en suelos con mucha componente de arena, por lo que necesita suelos profundos sabiendo, además, que no le va bien la arcilla. Sin embargo, el tempranillo blanco necesita de suelos más fértiles, suelos con un poco más de arcilla y capacidad de retención de agua.
Este trabajo lo realizamos de forma continua y seguimos buscando terruños excepcionales que combinen a la perfección suelo, clima y planta.
Raúl Tamayo
Enólogo