Un menú perfecto, maridado con Palacios Vinos de Finca
27 diciembre 2021Nivarius: de territorios privilegiados, blancos de Rioja inimitables
27 enero 2022Desde noviembre, cuando la vid entra en reposo vegetativo, y hasta prácticamente mediados de marzo, realizamos la poda en nuestros viñedos. Un trabajo necesario para garantizar una fructificación ordenada y una producción correcta. No existe una señal que marque el inicio de esta tarea esencial, que debe realizarse una vez que la hoja ha caído, indicio de que no hay circulación de savia y de que ésta ha vuelto a la raíz.
Nuestra filosofía y obsesión por el territorio nos llevan a practicar una viticultura sostenible y de precisión, mimando viñedos históricos. Siendo así, no podíamos si no apostar también por la poda de respeto para asegurar la supervivencia de la planta por muchos años.
A diferencia de la poda que se practica en viñedos más industriales, donde muchas plantas fallecen por mala conducción de la savia, la poda de respeto nos brinda un profundo conocimiento sobre el flujo de la savia. Logramos que la “carrera de verdes” vaya por un lado y la “carrera de secos”, por donde hacemos las heridas, por otro.
En Palacios Vinos de Finca distinguimos varios tipos de poda, en función de la conducción del viñedo, la variedad de la uva e, incluso, de la parcela concreta.
- Para conducciones en espaldera, practicamos diferentes tipos de poda: en el caso de viñedos de tempranillo blanco, poda a guyot y en los de maturana blanca, según la parcela, se practica la poda cordon royat con pulgares, o la guyot.
- Para conducciones en vaso, como en el caso de viuras, tempranillos y garnachas, practicamos la poda a pulgar.
La poda de respeto que practicamos hace que tampoco sea necesario aplicar ningún tratamiento a las heridas.
Esta sabiduría acerca del comportamiento de la planta no sería posible sin la asesoría de un reconocido experto en esta materia, Julio Prieto, ingeniero agrónomo, enólogo y probablemente una de las personas que más entienden de poda a nivel no solo nacional sino internacional. Como dice el propio Julio Prieto “Podar mal sale caro”.
El entorno
El entorno de Palacios Vinos de Finca se localiza en dos regiones, Rioja y Ribera del Duero, donde se practica una viticultura sostenible y donde la vocación por los vinos vinculados al origen es el centro de todo.
En Bodegas Trus se ha intensificado el trabajo de búsqueda de viñedos privilegiados en zonas altas y frescas, buscando elaborar vinos de la Ribera del Duero que conecten territorio y textura, vinos bebibles, pero no exentos de una atractiva complejidad.
Nivarius, la primera bodega de La Rioja que elabora íntegramente vinos blancos, recuperando variedades casi desaparecidas. Son las variedades autóctonas como la maturana, la viura, la garnacha blanca o la tempranillo blanco y fincas seleccionadas en las cercanías de la Sierra de la Demanda (territorio poco explorado para la elaboración de vinos que se beneficia de una altitud entre 700 y 800 metros y un clima extremo que propicia la frescura) lo que configura un proyecto inusual destinado a lograr grandes vinos de guarda.
Finalmente, Proelio, la bodega de tintos riojanos. Con una filosofía centrada en la búsqueda de fincas que preserven la diversidad del patrimonio vitivinícola de Rioja y permitan elaborar vinos auténticos y honestos, directos mensajeros de la expresión del terreno. En Proelio se han localizado viñedos en altura y territorios capaces de ofrecer una radiografía de las diferentes zonas de Rioja, fincas superdotadas de las que extraer una expresión única, canalizada en variedades tradicionales como la tempranillo, la garnacha o la graciano.
Finalizada la poda, allá por el mes de marzo, será el momento de recoger los sarmientos, y de esperar, ya sí, a la tan ansiada brotación.