Utilizar abono orgánico en el viñedo culmina la viticultura sostenible

Conocer el terreno, la composición del equilibrio entre planta, clima, suelo y agua con precisión, ayuda a entender por qué los territorios y las uvas que crecen en ellos se expresan de distinta manera. Por ello, en Palacios Vinos de Finca estudiamos las parcelas al detalle para poder aplicar una agricultura medida y precisa que dé como resultado el mejor de los vinos posibles en cada finca.

Para nosotros, el suelo es esencial, ya que este definirá las características del vino que salga de ese viñedo. Un modo de trabajar que persigue siempre la mejor expresión de los diferentes terruños, con la mínima intervención y una agricultura que respeta la biodiversidad.

Con esta finalidad de conseguir un viñedo más sostenible, desde hace ya un tiempo nos encontramos inmersos en un proceso de transformación total de nuestro abonado. Comenzamos a dar los primeros pasos sustituyendo los abonos minerales por los orgánicos. Pero a pesar de que este tipo de abonado, el más utilizado en viticultura, es rico en elementos nutritivos y, sobre todo, más fácil de aportar al viñedo, finalmente apostamos por volver a un modelo de abonado tradicional.

Comenzamos utilizando abono orgánico líquido y en forma de pellets, aunque siguiendo nuestra  filosofía y obsesión por el territorio, que nos lleva a practicar una viticultura sostenible y de precisión, ahora ya nos decantamos por utilizar estiércol de vacuno procedente de una explotación de Wagyu.

Respetar el medio ambiente y sus gentes es nuestro modo de devolver todo lo que nos da. Así, cerramos un círculo sostenible de aprovechamiento de un residuo ganadero.

El beneficio que hemos encontrado a este tipo de abono, además de reponer los micro y macronutrientes que extraemos anualmente con la vendimia, es que mejora la estructura del suelo. También hace que aumenten los niveles de materia orgánica, enriqueciendo la microbiota y regenerando unos suelos cada vez más vivos.

En Palacios Vinos de Finca realizamos este aporte de abono una vez al año, a modo de mantenimiento. El invierno es la mejor época del año para desarrollar esta tarea, ya que, de esta manera, penetra en el suelo con las lluvias de primavera y, así, está disponible cuando comienza la actividad radicular y el  posterior desarrollo vegetativo.

Viticultura de precisión

El entorno de Palacios Vinos de Finca se localiza en dos regiones, Rioja y Ribera del Duero. En las tres bodegas, Nivarius, Proelio y Trus, el equipo trabaja con una misma filosofía: conocer en profundidad el suelo para poder saber con exactitud qué vinos se obtendrán y qué plantas son las que mejor se adaptarán a ellos. La viticultura de precisión en su definición más pura.

Una viticultura sostenible y la vocación por los vinos vinculados al origen es el centro de todo.

La importancia del territorio, del suelo como protagonista de nuestra filosofía hace también que los esfuerzos se centren en su protección. La conservación natural y la sostenibilidad son cimientos fundamentales en los que asentamos nuestra labor diaria.