Trabajo de suelos
23 febrero 2021Desde que recuerdo, he sentido que mi vida está ligada a la tierra. Nací y me crié en un pueblo, Albelda de Iregua, en La Rioja, región de viñas, donde la viticultura me ha acompañado toda mi existencia.
Aunque mi carrera profesional no empezó en el vino, sino en la industria cárnica, el gusanillo me picó durante un viaje a Borgoña y decidí, en cierto modo, volver la mirada a la tierra.
A la viña.
Decidí entregarme a un trabajo apasionado, el de buscar territorios capaces de dar lugar a vinos únicos, singulares.
Desde entonces, y de eso hace ya veinte años, he perseguido ese sueño.
Por eso hoy, por fin, puedo presentaros la forma en la que lo he visto cumplirse: Palacios Vinos de Finca, un proyecto que une tierra y vino de una forma en la que siempre he anhelado: desde el origen hasta el disfrute en la copa, puedo, ahora, vivir cada momento de ese proceso.
Borgoña dejó en mí las ganas y la pasión por volver a la tierra, un sueño que se materializó en Nivarius y Proelio, las dos bodegas del grupo en Rioja donde todo gira en torno al origen.
Pero antes, mi afán emprendedor me había hecho entrar en el vino gracias a Trus, hoy parte de Palacios Vinos de Finca.
Trus, en la Ribera del Duero, fue el camino por el que me inicié en el vino.
Paradojas de la vida…
Yo, un hombre criado entre viñas, con apego a la tierra y a la cultura del vino de Rioja, formo parte de un proyecto innovador en Ribera del Duero…
Sin embargo, con el tiempo todo encaja. Y las tres bodegas son hoy parte de una sola filosofía: buscar territorios superdotados para hacer vinos irrepetibles, diferentes a cualquier otro.
Hoy, todo el equipo de Palacios Vinos de Finca puede sacar pecho y mostrar la expresión de esos grandes terruños, vinos únicos con apego a la tierra, a su origen, interpretación de esa combinación mágica que cada año forman el viñedo, el clima y las uvas.
Empezamos una nueva y apasionante aventura.
Y queremos que nos acompañéis.
Nuestro objetivo es que nuestros vinos os hagan disfrutar bebiéndolos como lo hacemos nosotros elaborándolos, embotellando pasiones, historias y territorios.
Nada me haría más feliz.
Nos vemos por aquí,
Javier Palacios