Decanter valora la novedad de Nivarius Lia Reserva 2017 y le otorga 94 puntos
24 junio 2024En Bodegas Palacios Vinos de Finca, el terruño es más que un concepto; es el alma de nuestros vinos. Nuestra filosofía se centra en la creencia de que el verdadero carácter de un vino nace de su tierra. Esta idea guía cada aspecto de nuestro trabajo en las tres bodegas que conforman nuestro proyecto: Trus, Nivarius y Proelio, todas ubicadas en las prestigiosas regiones de Ribera del Duero y La Rioja.
A través de una viticultura sostenible y de precisión, buscamos crear vinos que no solo sean excepcionales, sino que reflejen de manera auténtica el lugar de donde provienen.
Como explica nuestro enólogo, Raúl Tamayo, para nosotros, el terruño es el origen de todo. Entendemos el terruño como la interacción única entre el suelo, el clima, la altitud y las prácticas vitícolas. Por eso, en Palacios Vinos de Finca, respetamos profundamente esta interacción, reconociendo que cada viñedo tiene su propia personalidad.
Nuestro enfoque en la viticultura de precisión nos permite mapear y analizar los suelos en profundidad, identificando microterruños de alta calidad que son ideales para producir vinos excepcionales. Esta metodología, basada en un detallado análisis científico, se complementa con una profunda apreciación por las técnicas tradicionales.
En Nivarius, la primera bodega en La Rioja dedicada exclusivamente a vinos blancos, la agricultura se practica de manera respetuosa y sostenible. Aquí, parte de la viña se mantiene cubierta de hierba, una práctica que alberga insectos beneficiosos y nutrientes esenciales, ayudando a la planta a defenderse naturalmente de posibles plagas. Este enfoque refleja nuestro compromiso con la viticultura tradicional y con el respeto al medioambiente. Para nosotros, es fundamental que la producción de vino esté en armonía con la naturaleza, porque creemos que no se puede elaborar un vino honesto y auténtico sin cuidar el entorno de manera natural y tradicional.
Otra de las señas de identidad de Nivarius es nuestra dedicación para defender las variedades autóctonas de La Rioja. Buscamos los mejores terruños para cada una de ellas, asegurando que cada uva crezca en el entorno que mejor se adapte a su naturaleza. Por ejemplo, nuestros viñedos cercanos a los 800 metros de altitud, en las cotas más altas del Valle del Iregua, son un lugar que ofrece condiciones ideales para el cultivo de la uva Maturana. Aquí, la frescura del clima, la orientación norte y la particular composición de los suelos se combinan para crear grandes vinos blancos en Rioja.
El suelo que elegimos para la Maturana Blanca tiene un alto porcentaje de arena y está situado en una ladera a unos 800 metros de altitud. Se trata de suelos con rocas areniscas compactas que se van disgregando debido a la acción del agua y el hielo, formando suelos con una gran aptitud vitícola. Aunque no son ricos en acumulación de agua, permiten que la uva exprese una frescura excepcional, característica que define la calidad de nuestros vinos blancos.
También en Proelio nos dedicamos a la producción de vinos tintos que capturan la diversidad y riqueza del patrimonio vitivinícola de La Rioja. Nuestra finca La Esperilla, el corazón y alma de Proelio, es un terruño excepcional que abarca 20-25 hectáreas de viñedo. Aquí cohabitan variedades tradicionales como Garnacha, Graciano, Mazuelo, Tempranillo y un poco de Viura, cultivadas en un entorno que les permite desarrollar una frescura y longevidad inigualables.
Creemos firmemente que la altitud es una de las mejores maneras de mantener la frescura y complejidad en nuestros vinos a medida que las condiciones climáticas cambian. Una herramienta para luchar contra el cambio climático.
En Bodegas Palacios Vinos de Finca, el compromiso con el terruño y el medioambiente es inquebrantable. Desde la selección de los suelos hasta la elaboración final del vino, cada paso está guiado por un profundo respeto por la tierra. Creemos que solo a través de una viticultura sostenible y una conexión auténtica con el terruño podemos crear vinos que sean verdaderos transmisores de su origen.
Cada botella de Palacios Vinos de Finca cuenta una historia. Es una expresión pura de la tierra, del clima, de las manos que la trabajan, y de la tradición vitícola que se ha transmitido de generación en generación. Nuestros vinos son más que un producto; son una obra de arte que refleja la esencia de nuestro terruño.