Nivarius: de territorios privilegiados, blancos de Rioja inimitables
27 enero 2022Oleada de reconocimientos para los vinos de Palacios Vinos de Finca
3 marzo 2022Desde noviembre hasta el mes de marzo, aproximadamente, nuestros viñedos de Palacios Vinos de Finca permanecen en estado de reposo vegetativo. A ojos de un profano en la materia parecería que la vid, sin sus características hojas, estuviera seca o, incluso, muerta. Nada más lejos de la realidad.
Frío, nieve, heladas… El invierno es un periodo clave en el ciclo vegetativo de la viña y la vid una planta extremadamente resistente que posee diferentes mecanismos para protegerse del frío, pudiendo soportar temperaturas de hasta -20º C.
En nuestro caso, el entorno de Palacios Vinos de Finca se localiza en dos regiones: Rioja y Ribera del Duero, donde se practica una viticultura sostenible, con vocación por los vinos vinculados al origen.
En Bodegas Trus, Ribera del Duero, se ha intensificado el trabajo de búsqueda de viñedos privilegiados en zonas altas y frescas; en Nivarius, primera bodega de Rioja que elabora únicamente vinos blancos, apostamos por variedades autóctonas en territorios poco explorados para la elaboración de vinos, con una altitud entre 700 y 800 metros y un clima extremo que propicia la frescura; mientras que Proelio, la bodega de tintos riojanos, ha localizado viñedos en altura y fincas superdotadas.
Cómo se prepara la vid para pasar el invierno
El reposo invernal, también llamado “dormancia”, forma parte del ciclo vegetativo de la vid. Se trata de un periodo de su ciclo biológico que se suspende temporalmente, reduciéndose la actividad metabólica y permitiendo que el organismo conserve energía.
Desde el punto de vista evolutivo, la “dormancia” es una característica adaptativa que asegura la sobrevivencia de las especies en los diferentes ecosistemas.
En el caso de la vid, se traducirá en que, durante los meses de invierno, no habrá movimiento de savia, pero la vid mantendrá una actividad latente: conservará suficientes reservas energéticas -hidratos de carbono- para alimentar a los nuevos pámpanos que broten en la primavera.
Cuando la viña duerme, es tiempo de podar
Si existe un trabajo característico de la viña durante el invierno, sin duda ese es la poda. Se trata de una tarea esencial para mantener la salud de la planta, controlar su crecimiento y asegurar la cosecha de un año para otro. Un trabajo preciso y decisivo, que determinará la calidad de la uva durante el resto del año. Ya lo dice el refrán: “Al que bien sabe podar, la mejor viña le has de dar”.
Aquí puedes leer un artículo sobre la poda de respeto que practicamos en Palacios Vinos de Finca, en función de la conducción del viñedo, la variedad de la uva e, incluso, de la parcela concreta.
Tras la poda y la recogida de los sarmientos, en nuestros viñedos en altura el siguiente paso será esperar la llegada de la primavera y la subida de las temperaturas. Será entonces cuando la planta comenzará a despertar de su letargo y sucederá el momento más mágico y poético del viñedo: “el lloro de las vid”. Es decir, la señal de que la savia vuelve a circular, escapando algunos gotas -el lloro- por los cortes podados.
Una nueva etapa de un proyecto vitivinícola único destinado a elaborar vinos singulares.